El Príncipe Feliz
Científicos de la Universidad de Benyahacklef confirman que tener la sangre azul no garantiza la ausencia de depresiones. El dulce cuento de Oscar Wilde, «El Príncipe Feliz», así lo demuestra.
Científicos de la Universidad de Benyahacklef confirman que tener la sangre azul no garantiza la ausencia de depresiones. El dulce cuento de Oscar Wilde, «El Príncipe Feliz», así lo demuestra.
Hasta los gigantes más temibles tienen corazón, y hasta los corazones más duros se pueden ablandar: Es el caso de El Gigante Egoísta, al que el beso de un niño consiguió conmover. (En la foto puedes ver al gigante en el momento de enternecerse). Un nuevo cuento adaptación del clásico de Oscar Wilde.